El concepto de "Educación para la actividad" ligada al envejecimiento

Opinion

Enrique Pozón Lobato.

Catedrático jubilado, Doctor en Derecho, Ciencias de la Educación y Veterinaria. Académico de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba.

 

CLAVES DEL ARTÍCULO

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  • La educación permanente es pasar de una educación “para la vida” hacia una educación “dentro de la vida”, en la “vida misma.
  • Se trata de considerar a las personas mayores como sujetos de educación en el contexto del envejecimiento e iniciarlas en una “Educación para la actividad”.
  • La capacidad de contribuir de los docentes a una población con diversidad de conocimientos previos, y a su vez dispuestos a aprender de sus educandos, es una característica básica de la educación de las personas mayores.

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El envejecimiento en el siglo XXI es un fenómeno cultural, no uniforme, eminentemente plural, asincrónico, heterogéneo, y en el que el azar, la vida o los problemas sociales, han esculpido, a su antojo, rostros diferentes de vejez. El alargamiento de la duración de la vida humana renueva sin cesar el recorrido de edades, lo que conduce a la multiplicación de las etapas del ciclo vital y la reinterpretación de los significados del recorrido.

 

Modelo de vejez satisfactorio

Ante el modelo productivo, en donde el sentido de la vejez es una condición impuesta por la sociedad, a través de la jubilación, que supone el paso de la actividad a la inactividad laboral, se impone la elaboración de un modelo de vejez satisfactoria, a partir del concepto de autonomía, que se enfrente al doble reto de superar los tópicos e ideas falsas que popularmente se proyecta sobre la vejez, entorpeciendo su comprensión y desarrollo; y vencer los eufemismos que se emplean, para denominar realidades dolorosas o despreciable. Afrontar el envejecimiento con actitud participativa, creativa, intelectual, con un concepto y percepción positiva, reconocida socialmente. En definitiva considerar a las personas mayores como sujetos de educación en el contexto del envejecimiento, con sus significados, procesos, rasgos culturales y calidad de vida. El estudio de las personas mayores en la actualidad, proporciona datos acerca de cómo será la vida de este grupo de población en el futuro, pasando de la invisibilidad y anonimato, a una presencia constante, a veces llamativa, en la mayoría de los ámbitos sociales.

 

Significantes de la jubilación

En el concepto cultural del envejecimiento se impone el interés por efectuar un estudio detenido de la jubilación, que nada tiene que ver con la vejez tradicional que, impuesta legalmente, homogeneiza a las personas a partir de una determinada edad cronológica, fijada arbitrariamente. Y aunque en su día fue una conquista social y nació como un derecho, en la actualidad se impone una buena disposición ante ella, para lograr diluir sus significantes y manifestaciones lesivas, haciendo posible que el sujeto manifieste conductas más ajustadas a la realidad, facilitándole los niveles positivos de socialización.

 

Tesis de los “mayores activos”

El objeto de la educación de las personas mayores –educación, en lugar de formación, como se concluyó en el XV Encuentro Estatal de Programas Universitarios para Mayores- pone de manifiesto la “tesis de los mayores activos” con la descripción de sus rasgos y análisis de las perspectivas teóricas de las Ciencias Sociales y Humanas sobre el envejecimiento, haciendo un recorrido por el “activismo”, “desvinculación” y “continuidad”, con sus aportaciones positivas y críticas. En este marco se contemplan las directrices educacionales de las personas mayores, dejando constancia de modelos:

 

  • según las actitudes de realización;
  • fijación de objetivos de acuerdo con las exigencias;
  • fundamento axiológico;
  • las estrategias de acuerdo con la situación personal de los actuales mayores;
  • sus diferencias individuales acrecentadas por la edad;
  • estrategias de motivación;
  • la conexión entre nuevos conocimientos y experiencia;
  • integración;
  • compensación de desequilibrios en el acceso a la educación.

 

Y todo ello creando un espacio de educación permanente de este sector de la sociedad.

La capacidad de contribuir de los docentes a una población con diversidad de conocimientos previos, y a su vez dispuestos a aprender de sus educandos, el trabajo en equipo, y el diálogo generacional e intergeneracional, son otras de las características a tener en cuenta en la educación de las personas mayores.

 

Ver también otros artículos del autor relacionados:

â–º"Crecer envejeciendo" (Madurez Activa)

â–º"Universidad y personas mayores como campo de estudio" (Seniors universitarios)

 

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