Sección de Investigación y Desarrollo en avances Intergeneracionales en pro de una sociedad Inclusiva

Programas intergeneracionales: retos y soluciones

Proyecto

Artículo realizado por Cipriano Rivera para www.mymo.es

 

  • Los programas intergeneracionales son vehículos para el intercambio de recursos y de aprendizaje entre las generaciones más mayores y las más jóvenes obteniendo beneficios mutuos.
  • Es recomendable que los políticos examinen los posibles beneficios y la valoración de las necesidades para una distribución intergeneracional de fondos públicos y de servicios, que generará más riqueza.

 

El objetivo de este artículo es destacar aquellos aspectos más interesantes del informe que elaboró la Unesco en 2001 en relación con los retos (aún vigentes) a los que se enfrentan los programas intergeneracionales, entre ellos:

 

  • Juventud desmotivada (recordar que estamos en la generación perdida)
  • Adultos activos y con gran experiencia que se encuentran fuera de las actividades productivas, ya sea por desempleo o por jubilación
  • Una sociedad multicultural cada vez más compleja y deslocalizada
  • Las heridas provocadas por los recortes en la sanidad o en las ayudas públicas y que ha afectado a los sectores más desfavorecidos

 

Estos retos, sin embargo, pueden ser mitigados mediante proyectos intergeneracionales. Para ello es necesario que las administraciones públicas, especialmente los Ayuntamientos, por ser los más cercanos a los ciudadanos, sean parte activa en la promoción de estos programas, ya sea mediante financiación directa, desgravaciones fiscales o mediante una actitud colaborativa (cesión de locales y espacios, publicidad, premios…).

 

Programas intergeneracionales: Políticas públicas e implicaciones de la investigación. Unesco, 2001

 

Para comenzar, es necesario recordar que los programas intergeneracionales son vehículos para el intercambio de recursos y de aprendizaje entre las generaciones más mayores y las más jóvenes obteniéndose de ellos beneficios mutuos, tanto individuales como sociales. Para el éxito de estos programas, de acuerdo con la Unesco, se deben dar algunas de estas características:

 

  • Que demuestren beneficios mutuos para los participantes.
  • Que establezcan nuevos papeles sociales y/o las nuevas perspectivas para los participantes jóvenes y viejos.
  • Que puedan involucrar múltiples generaciones y deben incluir por lo menos dos generaciones no adyacentes y sin lazos familiares.
  • Que promuevan el conocimiento aumentado y la comprensión entre las generaciones más jóvenes y más viejas y el crecimiento de la autoestima para ambas generaciones.
  • Que se dirijan a problemas sociales y políticas apropiadas para aquellas generaciones involucradas.
  • Que incluyan los elementos de una buena planificación del programa.
  • Que se desarrollen relaciones intergeneracionales.

 

Retos de los problemas sociales intergeneracionales


Aún hoy sigue existiendo una creciente necesidad de desarrollar formas de atención en la juventud, ya sea porque se encuentran en hogares donde ambos cónyuges están trabajando, por el aumento en las familias monoparentales o en algunas comunidades por el impacto catastrófico de la drogodependencia.

 

Asimismo se necesitan urgentemente redes sociales de apoyo para los adultos mayores que se encuentren aislados y que precisan de servicios más individualizados, así como de programas de rehabilitación que eviten problemas como el abandono escolar, el abuso de las drogas, la violencia escolar o el vandalismo.

 

Existe también una necesidad de desarrollar nuevas y mejores formas de actuación para enfrentarse a las necesidades de una sociedad multicultural en constante crecimiento, así como a aquellos problemas que afectan a la salud de los ciudadanos, al desarrollo de su bienestar o de la promoción de la vivienda.

 

Soluciones que pueden ofrecer los proyectos intergeneracionales


Según se señala en el informe, los adultos mayores pueden mantener y actualizar sus habilidades sobre las nuevas tecnologías de comunicación y de información estando en contacto con las generaciones más jóvenes. Por otro lado, pueden proporcionar modelos a las personas jóvenes en sus procesos de toma de decisiones, para formular proyectos de desarrollo a largo plazo, o para obtener las habilidades necesarias para competir en el mundo laboral.

 

El grupo del estudio concluye que si bien los programas intergeneracionales se dirigen a mejorar las vidas de las personas, ya sean jóvenes o mayores, es necesario que impacten en todas las facetas de sus vidas, para ello es necesario que se inserten dentro de las políticas relacionadas con la educación, los servicios sociales, la infancia, la juventud y la familia, la salud y el bienestar, el empleo, la economía, el medio ambiente y la cultura, ya que estos programas pueden proporcionar a los diseñadores de estas políticas una alternativa a los recortes presupuestarios, presentando una manera eficaz de movilizar los recursos a través de proyectos intergeneracionales.

 

En general, estos programas promueven la participación social y el envejecimiento activo de los ciudadanos mayores. El envejecimiento activo es una medida que evita el incremento de los costos de la sanidad provocados por el envejecimiento “pasivo” de la población, ya que la energía de los jóvenes influye positivamente en los adultos mayores, ayudándoles a mantenerse sanos al prevenir problemas de salud y facilitar su recuperación cuando estos llegan.

 

Recomendaciones para llevar a cabo los programas intergeneracionales


Los investigadores confirman que el desarrollo de programas intergeneracionales requieren una asociación entre los gobiernos públicos (Ayuntamientos, Comunidad Autónoma…), los empresarios y los sindicatos, con los promotores de estos programas (ONG’s, asociaciones de voluntariados y los centros de investigación, institutos de enseñanza, medios de comunicación….). Por ello, se recomienda que los políticos examinen los posibles beneficios y la valoración de las necesidades para una distribución intergeneracional de fondos públicos y de servicios, ya que los fondos que llegan a estos programas son capaces de generar más riqueza en forma de:

 

  • Incremento del PIB, al invertir en actividades económicamente productivas.
  • Mayor ocupación de las personas en actividades lucrativas.
  • Nuevos programas de trabajo (cuidadores, formadores, tutores…).
  • Generan oportunidades de trabajo a colectivos desfavorecidos, como mujeres, discapacitados, jóvenes marginados…)

 

La financiación de estos programas puede provenir directamente de los presupuestos municipales o autonómicos o por medio de concesiones, subsidios, o desgravaciones fiscales a las empresas y personas involucradas en estos programas.

 

Casos de estudio


A continuación mostramos la situación de tres de los países analizados en el estudio de la Unesco:

 

  1. Alemania

 

En Alemania existe una enorme variedad de modelos y proyectos a corto plazo, pudiéndose dividir en cuatro grupos:

 

  • Los adultos mayores ofertándole servicios a los jóvenes: Artes manuales, Actividades al aire libre, tareas escolares, consejos a emprendedores, cuidado de niños.
  • Los jóvenes ofertándole servicios a los adultos mayores, tales como servicio de visitas, conferencias, cursos de informática, acompañantes en viajes, etc.).
  • Actividades compartidas entre jóvenes y adultos: prevención de adicción, teatro, tutores para estudiantes, aprendizaje de idiomas, círculos de discusión, etc.).
  • Ofreciéndose a desarrollar actividades mutuamente: “Wissensbörse” el intercambio de conocimiento, deportes, vivir en las comunidades aprendizaje, etc.).

Si bien estos programas han sido desarrollados principalmente por asociaciones privadas, se está incrementando el patrocinio realizado por Ayuntamientos, Fundaciones o la propia Iglesia. La mayoría de los participantes de estos programas pertenecen al grupo de los “jóvenes viejos” que buscan oportunidades para realizar sus sueños personales en la sociedad.

 

  1. Japón


En 1995 se aprobó en Japón la Ley Básica sobre las Medidas para la Sociedad mediante la cual el Gobierno adoptará medidas para .

 

En julio de 1996 y basados en dicha ley se diseñaron los Principios Generales Acerca de las Medidas para la Sociedad que Envejece, a través de los cuales “se proporcionarán oportunidades para promover el intercambio mutuo, y se apoyarán actividades voluntarias del adulto mayor. Además, se estimulará la participación social del adulto mayor” con el con el apoyo financiero de los Ayuntamientos.

 

Para favorecer el conocimiento de los programas intergeneracionales se estableció por el Gobierno el “Premio del Intercambio Generacional” y para facilitar su propagación, en el año 2002 se redujo el horario escolar para que se pudiera compaginar con actividades interdisciplinares, creándose la “Hora para los Estudios comprensivos”.

 

  1. Holanda


Aunque en Holanda siempre ha existido una fuerte tradición de voluntariado, no terminaron de cuajar los proyectos intergeneracionales hasta que en el siglo XXI surgieron proyectos dirigidos por adultos mayores, a menudo jubilados tempranamente, que se sintieron aislados y todavía deseaban ser reconocidos como personas con competencias específicas.

 

Ellos comenzaron proyectos en los que desarrollaron un papel como consejeros. Los ejemplos incluyen:

 

  • El Gilde, donde los adultos mayores les ofrecen su experiencia y conocimiento a otras personas como asesores en una gama amplia de escenarios, incluyendo las escuelas.
  • PUM (Proyecto de Gerentes con Experiencia): los gerentes jubilados tempranamente, ofrecen su destreza voluntariamente a las empresas en países del Tercer Mundo; este servicio ha sido establecido por una de las organizaciones empresariales holandesas.
  • Stichting Kleinood (Fundación de la Joya): los gerentes jubilados tempranamente y los expertos, trabajan como consultores temporales para organizaciones no lucrativas.
  • Samenspraak Amsterdam: los adultos mayores ayudan a los inmigrantes con el holandés como un segundo idioma.

 

La mayoría de los proyectos se organizan con el apoyo de los Ayuntamientos, si bien destaca también la participación de las asociaciones empresariales. Los Ayuntamientos se encargan de promover proyectos innovadores que impliquen una participación cada vez más activa de los jóvenes y mayores.

 

Más información y desarrollo de proyectos, en la Guía Práctica “Hacia una sociedad Intergeneracional: ¿Cómo impulsar programas para todas las edades?”, editada por la Diputación Foral de Bizkaia.